ടടോസ് സുരിഒസോസ്

മിടോസ്‌ സോബ്രെ ല സ്സ്‌ുഅളിടാദ്

• La sexualidad es mala y dañina.

• Tocarse los genitales es malo.

• Durante la menstruación las mujeres no deben hacer deporte, ni bañarse o lavarse la cabeza.

• La masturbación es físicamente dañina y disminuye la potencia sexual.

• Las mujeres con pechos pequeños no encuentran novio.

• Los hombres valen más que las mujeres.

• El tamaño del define al hombre.

• Los varones tienen que demostrar su hombría.

• Con un beso quedo embarazada.

• En la primera relación sexual no pasa nada.

• Si no hay penetración no hay contagio de enfermedades de transmisión sexual

• La educación sexual potencia las relaciones sexuales.

• Si amas a alguien, tienes que aceptar tener relaciones sexuales sin condón.

മിടോസ്‌ സോബ്രെ ല സ്സ്‌ുഅളിടാദ്

Un 'neurochip' en el cerebro permite mover los músculos afectados por una parálisis

Para mover un músculo puede ser suficiente con activar una sola neurona, o al menos eso es lo que sucede en el cerebro de los monos. Los responsables de un concienzudo ensayo científico se han adentrado en la mente de estos primates para conocer mejor las bases del movimiento y, en última instancia, proponer nuevas líneas de trabajo que faciliten la vida de las personas con parálisis.
Hace escasos cuatro meses saltaba a la palestra el trabajo de un equipo de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), en el que dos monos eran capaces de
alimentarse moviendo un brazo biónico con la energía del pensamiento. Ahora, la revista 'Nature', la misma que publicó aquel documento, recoge en sus páginas una impactante investigación con distintos medios pero parecidos fines.
"Los monos 'Macaca memestrina' pueden controlar directamente la estimulación de los músculos empleando sólo la actividad de las neuronas de la corteza motora [una zona del cerebro implicada en el movimiento]", afirman sus autores, procedentes de la Universidad de Washington (EEUU).
Para llegar a esa conclusión, primero se implantó un electrodo en el cerebro de dos monos, que permitió grabar su actividad neuronal. A continuación, con un programa informático, se transformaron estos datos en señales capaces de estimular la muñeca de los animales. Como han explicado Chet T. Moritz y Eberhard E. Fetz, dos de estos expertos, en una rueda de prensa, "pusimos dos electrodos por cada músculo que quisimos estimular", y no se necesitó emplear "complejos algoritmos de descodificación ni brazos robóticos".

Una neurona para un músculo
El ensayo también presta especial atención al enorme potencial individual de las neuronas. El que una sola célula pueda mover un músculo tiene importantes implicaciones: "Los canales directos, que unen las células individuales y determinados músculos, pueden aportar al cerebro una información más clara sobre la actividad celular y permitir que los mecanismos innatos de aprendizaje motor ayuden a optimizar el control de las nuevas conexiones".
"Es la primera demostración de que las conexiones artificiales y directas entre las células corticales y los músculos pueden compensar los caminos fisiológicos interrumpidos y restaurar el movimiento voluntario de las extremidades paralizadas", subrayan los autores.
De aplicarse en humanos, podría restaurar acciones tan cotidianas como coger una taza o presionar una tecla. "El mayor desarrollo de este tipo de estrategias directas podría devolver los movimientos voluntarios a las personas con parálisis", concluye el documento.
Eso sí, antes de poder emplear esta técnica en personas, se deberá allanar el terreno para, entre otros objetivos, lograr electrodos que no provoquen rechazo o conseguir una tecnología 'wireless' que evite tener que introducir cables en el organismo humano.

La máquina de diálisis que nació en un garaje

Rebecca Kelly, de 21 años, debió mirar con desconfianza al nefrólogo de su hija cuando le enseñó aquello. Era poco más que una tartana metálica en forma de caja con algunos remaches de pintura verde, y varios cables asomando. El propio médico había fabricado en el garaje del hospital una máquina de diálisis en miniatura para la niña, de apenas unas semanas de vida.
Millie Kelly había nacido con una rara enfermedad que hace que los intestinos salgan al exterior a través de una deformidad en el abdomen, según informa la prensa británica. Durante la cirugía para solucionar el problema, la pequeña sufrió un fallo renal agudo. Con sus riñones bloqueados, la única esperanza para que sobreviviese era 'engancharla' a una máquina de diálisis hasta que su organismo se pudiese recuperar de la crisis por sí solo.
Sin embargo, con apenas unas semanas de vida y sólo tres kilos de peso, los aparatos que el sistema británico de salud utiliza para pacientes renales (incluso las infantiles) eran demasiado grandes para ella. Estas máquinas de hemodiálisis filtran la sangre por un riñón artificial que cumple las funciones del órgano enfermo, y devuelve la sangre limpia al organismo.
Además, debido a la deformación de su abdomen, Millie tampoco era candidata para la otra opción que existe para estos pequeños: la diálisis peritoneal (que introduce en el abdomen un líquido estéril para absorber los residuos y volverlos a sacar al exterior).
'Brico-Medicina'
Pero ella y su madre tuvieron la suerte de dar con un nefrólogo 'manitas', Malcolm Coulthard, que con la ayuda de la supervisora de enfermeras de nefrología pediátrica (Jean Crosier), diseñó una versión infantil de la máquina tradicional en el garaje del propio hospital, el Royal Victory Infirmary de Newcastle (Reino Unido). Un pieza aquí, un remache allá, una membrana de filtración acullá, un catéter adecuado a sus pequeños brazos... y en poco tiempo el dispositivo estuvo listo para conectar a Millie varias horas al día durante toda una semana hasta que se recuperó.
En España, según explica a elmundo.es el doctor Álvaro Madrid, del Servicio de Nefrología pediátrica del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, es posible someter a diálisis a niños recién nacidos que pesen más de tres kilos, gracias a la existencia de versiones adaptadas de las máquinas para adultos. "Por debajo de los tres kilos la opción es la diálisis peritoneal", explica desde Barcelona. En su centro, han sometido a esta alternativa a bebés prematuros de tan sólo 600 ó 700 gramos.
Millie ya ha cumplido dos años "rebosantes de vida", según su madre, que se ha embarcado en una campaña nacional por los hospitales británicos para apoyar al doctor Coulthard. Ambos quieren que la obra de bricolaje que nació en un garaje se convierta en una máquina de diálisis 'oficial', que pueda utilizarse para todos los niños pequeños cuyos riñones necesiten ayuda.
"La máquina casera se sigue utilizando hoy en día para los bebés más pequeños, con menos peso, en los que no podemos hacer otra cosa", reconoce el facultativo. "Pero si tuviésemos un dispositivo que se pudiese emplear más libremente, muchos más niños se podrían beneficiar de ello".